Existen muchas mujeres que una vez finalizada su etapa fértil comienzan a padecer ciertos dolores en zonas del cuerpo contiguas a sus órganos reproductores, es el temido dolor pélvico y lumbar en la menopausia.
Y aunque no es la única etapa de la vida donde la mujer puede padecer este síntoma y tampoco la más común, es cierto que es la más molesta y conviene analizar de dónde proceden los dolores para descartar problemas más graves.
Tal y como hemos indicado, la menopausia no es el momento exclusivo para padecer dolor pélvico y lumbar, pues durante el ciclo menstrual resulta muy común para la mujer sentir dolor pélvico tanto en la ovulación (a mitad del ciclo menstrual), como días antes de venir la regla (síndrome premenstrual) o al venir la menstruación.
Entonces, si no es frecuente, ¿a qué se debe y por qué afecta a unas mujeres y a otras no?
Qué es el dolor pélvico
Se identifica como dolor pélvico las molestias que padece una mujer en la parte baja del abdomen. Ahí se encuentra la pelvis, que es una estructura osteomuscular dentro de la cual se localiza el útero, la vagina, la vejiga y el recto, con lo cual sería muy probable que el dolor pélvico y lumbar esté causado por problemas o cambios en alguno de estos órganos.
El dolor pélvico y lumbar en la menopausia puede tener diversas formas de manifestarse. Por una parte, algunos pacientes pueden padecer dolores agudos y punzantes, constantes o aparecer y desaparecer sin más, o consecuencia de algún esfuerzo como tener relaciones sexuales o ir al baño.
Causas del dolor pélvico y lumbar en la menopausia
Las causas que pueden provocar ocasionalmente o de forma crónica dolor pélvico y lumbar durante la menopausia son diversas, dependen de las características de cada paciente y de su historia clínica.
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Enfermedad inflamatoria pélvica
Se trata de una infección de tipo sexual que afecta principalmente a los órganos implicados en esta práctica, que son la vagina, el útero, los ovarios y las trompas de Falopio.
Se identifica porque además de dolor pélvico y lumbar, la mujer detecta un flujo vaginal inusual, dolor en las relaciones sexuales y anomalías al orinar.
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Cáncer de ovario o fibromas uterinos
Cuando el cáncer se extiende hacia la pelvis, además de un aumento de la frecuencia urinaria, inflamación abdominal o estreñimiento, puede provocar dolor pélvico y lumbar.
En cuanto a los fibromas, estos son tumores no cancerosos que habitualmente provocan dolores en la parte baja del abdomen.
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Cistitis intersticial en la menopausia
Otra de las causas que puede provocar dolor pélvico y lumbar en la menopausia es padecer la conocida cistitis intersticial. Esta afección, además provocar un aumento de la frecuencia urinaria, también tiene como consecuencia dolor recurrente en la vejiga
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Síndrome del intestino irritable causa del dolor pélvico y lumbar en la menopausia
El síndrome del intestino irritable está muy asociado al trastorno anteriormente citado de la cistitis intersticial, que a su vez guarda una estrecha relación con el dolor pélvico y lumbar.
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Endometriosis
En este caso hablamos de una enfermedad propiamente dicha que afecta al tejido endometrial y provoca que este crezca fuera del útero. Esta anomalía, inevitablemente afecta tanto a los ovarios como al resto de órganos que integran la pelvis. Concretamente, esta provoca bastante dolor, que bien puede comenzar en la etapa fértil de la mujer y extenderse en el tiempo hasta terminar provocando el temido dolor pélvico y lumbar en la menopausia.
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Trastornos psicológicos
Tanto la ansiedad, como el estrés, y por supuesto, la depresión, pueden ocasiones muy a menudo, dolor pélvico y lumbar.
Estas son algunas de las causas más habituales que existen y que podrían dar explicación al dolor pélvico y lumbar en la menopausia. Pero, bajo ningún concepto son las únicas opciones de diagnóstico.
Por eso, aunque leer e informarse es muy importante para saber reconocer una situación de alerta sanitaria y actuar en el menor tiempo posible, es importante no auto diagnosticarse ninguna afección, sino más bien, observarse y estar al tanto del propio cuerpo para poder exponer todos los síntomas en la consulta médica de un especialista.
Tratamientos para el dolor pélvico y lumbar en la menopausia
El tratamiento para el dolor pélvico y lumbar nunca es genérico, pues dependiendo de la causa que lo esté originando deberá tratarse de una u otra forma. Desde el suministro de antibióticos hasta intervenciones quirúrgicas, por supuesto, apoyado siempre por analgésicos y antiinflamatorios para reducir el dolor en la mayor medida posible.
Cuando la causa es psicológica, tras valorar la situación, el especialista puede recetar a parte del tratamiento terapéutico en consulta, la ingesta de determinados ansiolíticos o antidepresivos que permitirán reducir los picos de dolor pélvico y lumbar.
Son muy conocidas las técnicas de relajación y respiración, que permiten destensar la zona dolorida. También es muy importante adoptar una dieta sana, practicar actividad física a diario, además de para mejorar los síntomas, para evitar el sobrepeso que aumentaría los dolores.
Asimismo, los masajes en las zonas afectadas y los ejercicios fisioterapéuticos que incluyen estiramientos también ayudan mucho a reducir los niveles de dolor. La calidad de vida de los pacientes que presentan esta afección, sea cual sea la causa, se reduce en gran medida hasta que consiguen controlarlo.
La principal forma de recuperar el ritmo de vida previo a padecer estos dolores es acudir a un especialista que valore la situación y después ir incorporando ciertos cambios en el estilo de vida que favorezcan la salud y ayuden a disminuir el dolor.
Información para conocer el dolor pélvico y lumbar en la menopausia
Para conocer por qué el dolor pélvico y lumbar tanto en la menopausia como en el ciclo de vida fértil de la mujer puede afectar y de hecho afecta a tantos órganos es esencial realizar algunas aclaraciones.
La pelvis se trata de una estructura osteomuscular dentro de la cual se encuentra el útero, la vagina, la vejiga y el recto. Alrededor de la pelvis se localiza la cintura pélvica formada por el hueso sacro, el cóccix y los coxales.