La incontinencia intestinal se conoce como la incapacidad de controlar la expulsión tanto de heces como de gases a través del ano. Se trata de un síntoma muy incómodo, con lo cual, todo lo que podamos hacer para propiciar un mayor control será un gran avance. En ese sentido, la alimentación juega un papel muy importante que nos puede ayudar a disminuir la frecuencia con la que el cuerpo produce las heces, así como a variar su consistencia. En este post, te damos las claves para confeccionar una dieta para la incontinencia intestinal. 

Normalmente, entre el 20% y el 50% de las personas que acuden a un profesional para comenzar un tratamiento contra la incontinencia intestinal experimentan una mejoría en sus vidas obteniendo una evaluación de los hábitos alimenticios y de la ingesta de líquidos para poder elaborar una óptima dieta para incontinencia intestinal que ayude a reducir los síntomas. 

Ahora bien, aunque lo ideal es contar con un diagnóstico particular, sí es cierto que existen medidas comunes que pueden empezar a practicar aquellas personas que padezcan esta afección y quieran comenzar a poner los medios necesarios para confeccionar una dieta para incontinencia intestinal. 

Alimentos que no debes comer 

Antes de determinar la mejor dieta para la incontinencia fecal, se recomienda llevar un diario de alimentos en el que dejar constancia de aquello que ingerimos, los días y cómo ese alimento sienta a nuestro organismo. De este modo, será mucho más fácil tanto a nivel personal como de cara al profesional con el que consultemos esta afección, identificar aquellos patrones que relacionan ciertos alimentos con la incontinencia. 

Sin embargo, aunque es preciso que cada individuo haga un examen particular, existen algunos alimentos que tienden a causar gases o diarrea de forma directa y que una persona que sufra de incontinencia intestinal debería evitar. 

  • El consumo de café, té (sobre todo negro, verde y mate), chocolate y otras bebidas con cacao, refrescos de cola y bebidas energizantes, pues contienen cafeína e irritan la mucosa intestinal. 
  • Los edulcorantes causan flatulencias y suelen empeorar los episodios de incontinencia intestinal, como por ejemplo el xilitol, sorbitol y manitol. 
  • El exceso de azúcares (caramelos, galletas y pasteles, entre otros).
  • Alimentos que per se provocan flatulencias sería muy recomendable evitarlos, como es el caso del brócoli, las coles de Bruselas, los garbanzos, las lentejas, el repollo o los guisantes. 
  • Y, por último, es muy importante renunciar a las bebidas alcohólicas y a los alimentos con exceso de picante. 

Además de la incontinencia intestinal, muchas personas puede que sufran también de intolerancia a la lactosa. Este síntoma provocaría que alimentos como leche, quesos, helados o yogures, incrementen los gases provocando un exceso de deposiciones líquidas. En ese sentido, es necesario contrastar esta información con la prueba médica correspondiente, y en caso de ser positiva, comenzar a optar por aquellos productos sin lactosa. 

Por último, resulta clave en el proceso de controlar la incontinencia intestinal, evitar las comidas copiosas, con exceso de grasas y demasiado condimentadas. Se recomienda sustituirlas por comer varias veces al día en pocas cantidades y evitando la ingesta de líquidos durante las comidas. Para aquellas personas que sufran de incontinencia intestinal, se recomienda que los líquidos sean ingeridos 30 minutos antes de las comidas. 

Qué alimentos puedo comer en una dieta para la incontinencia intestinal

La mejor dieta para la incontinencia intestinal es aquella que incluye alimentos de fácil digestión como arroz, pasta, carnes blancas (pollo, pavo y pescado), plátano y banana verde, pan blanco, patata, maicena, ñame y tapioca. En caso de querer consumir frutas y verduras, es preferible optar por la manzana, la pera, la zanahoria cocida, el calabacín y la berenjena. 

No obstante, a la hora de elaborar un menú semanal que incluya una apropiada dieta para la incontinencia intestinal, resulta también muy necesario tener en cuenta la tolerancia de los alimentos, pues dependiendo de las necesidades de cada persona, la dieta tendrá ciertas variaciones. 

Otro factor clave que la persona que sufre de incontinencia fecal debe tener en cuenta es la posibilidad de mala absorción de ciertas vitaminas y minerales. En ese caso es muy importante consultar un médico cuanto antes y ponerse en manos de profesionales para que, si es necesario, nos receten suplementos vitamínicos. 

Por último, el consumo de agua en aquellas personas que sufren de este tipo de incontinencia normalmente se combina con suero casero o sales de rehidratación oral, que ayudarán a reponer los minerales perdidos por la incontinencia fecal. 

¿Puedo consumir fibras si tengo incontinencia fecal?

Para las personas que sufren de incontinencia intestinal, las fibras podrían resultarles un alimento imposible de consumir. De hecho, no pocas veces se relaciona la fibra con el exceso de heces. Y ciertamente es así, ya que la fibra ayuda a la producción de las mismas, pero de cara a las personas que sufren de incontinencia intestinal, es necesario matizar que existen dos tipos de fibras, y que no todas son perjudiciales para esta afección. 

Por una parte, están las fibras solubles, entre las que se encuentra la pulpa de la manzana, avena, salvado, fresas, cebada, frijoles, cítricos, la pectina de la fruta o el salvado de arroz, que tienden a disminuir el tránsito intestinal, por lo que una persona que padezca de esta afección podría incluirlas en su dieta para incontinencia intestinal. Sin embargo, las fibras insolubles no son recomendables, pues contribuyen a la formación de diarrea y aceleran el tránsito intestinal. Los alimentos que contienen este tipo de fibras son la piel de la manzana, el arroz integral, las peras, las ciruelas pasas, los cereales, panes y pastas (sobre todo integrales) el repollo y el calabacín, entre otros.

Ahora bien, ¿en qué momento está recomendado el consumo de fibras para una persona que padezca de incontinencia intestinal? Lo que recomiendan los profesionales es que mientras el paciente esté tomando la medicación antidiarreica debería evitar el consumo de fibras para reducir la cantidad de heces.